Las escuelas tradicionales de psicología se han centrado desde el inicio en disminuir el malestar o localizar aquellos estados mentales que pudiesen identificarse como patológicos para poder crear herramientas y estrategias que ayuden a las personas a dejart de sufrir. Sin embargo, M. Seligman y cols. (1998) han estado investigando acerca de otro paradigma: la psicología positiva.
Desde la psicología positiva se trata de descubrir las fortalezas que generan bienestar; es decir qué aspectos de la vida, qué características o qué competencias hacen que la gente sea feliz.
Seligman señala la existencia de tres estilos de vida que promueven la felicidad:
- La Vida Placentera (Pleasant Life)
- La Vida Comprometida (Engagement Life).
- La Vida con Significado (Meaningfull life)
La vida placentera, hace referencia a tener una vida centrada en experimentar emociones positivas: placeres y gratificaciones. Es efectiva, pero poco duradera y es necesario aumentar la exposición a estas emociones para llegar al mismo nivel de bienestar.
La vida comprometida, está centrada en “el fluir” (Nakamura & Csíkszentmihályi, 2014) en acciones que van acorde a nuestras fortalezas. Por ejemplo, tener un trabajo en el que se nos va el tiempo, un proyecto, un deporte o una afición que hace que disfrutemos con ello tanto que no nos damos cuenta de lo que ocurre a nuestro alrededor. Esta es más duradera que la anterior y en las investigaciones tiene un peso mayor en la medición de “felicidad”
Por último, la vida con un sentido que promueve el uso de estas fortalezas, ya no sólo para aquello que nos haga “fluir” sino que, además, esto sea útil para ayudar a los demás. Esta búsqueda de sentido en la vida, ya lo proponía V. Frankl (2015) en su desarrollo de la logoterapia , es una clave importante para el desarrollo de la felicidad.
Según el autor, si queremos tener una vida plena, lo ideal sería poder combinar estas tres vías: disfrutar de pequeñas cosas, tener una actividad que nos haga concentrarnos disfrutando de lo que hacemos y el altruismo y la gratitud, es decir ser conscientes de lo que tenemos y ayudar a la comunidad en su mejoría
¿ y cuáles son mis fortalezas?
Es posible que no sepamos exactamente cuáles son nuestras fortalezas. Por una parte, podemos pensar qué cosas son importantes para nosotros, cuáles son nuestros valores: la familia, la justicia, la libertad… ¿qué cosas realmente os mueven? ¿qué os hace sentir bien? ¿qué cosas son tan importantes que si no ocurre, os enfadáis? ¿qué os emociona?
Por otro, el grupo de Seligman y cols., ofrecen un cuestionario gratuito en el que podéis evaluar cuáles son vuestras fortalezas (recordad que las heramientas evaluativas que encontraréis en esta web son fiables y válidas científicamente):
https://www.viacharacter.org/survey/account/register
Estas fortalezas están agrupadas en virtudes, por ejemplo: el amor, la amabilidad y la inteligencia social, se agrupan en la virtud de “humanidad” y nos ayuda a conocernos mejor y saber cuál es el camino para nuestro bienestar.

Una vez conocemos nuestros valores y fortalezas y sabemos qué tres vías son las que nos llevan a alcanzar el bienestar, solo nos queda empezar a construir una vida más plena.
Algunos ejercicios que podemos empezar a poner en práctica
Algunas ideas que podemos empezar a poner en práctica son, por ejemplo:
- Diseñar un buen día para nosotros. Buscar qué cosas nos hacen sentirnos felices y en paz, buscar pequeños ratos de bienestar y amplificarlos atendiendo a cada detalle
- Ejercicios de gratitud: pensad en alguien que os haya ayudado a crecer, a salir de un momento malo, a girar vuestra vida hacia un camino mejor y escribidle, o llamadle o, mejor aún si podéis verle y agradecerle por aquello que hizo. Esta herramienta es muy eficaz en la sensación de bienestar duradero.
- Busca alguien con tus mismos valores y fortalezas y hacer una actividad que promueva las mismas.
También podéis descargar un pdf con ejercicios propuestos por el Colegio Oficial de Psicología aquí:
Referencias
Nakamura, J., & Csikszentmihalyi, M. (2014). The concept of flow. In Flow and the foundations of positive psychology (pp. 239-263). Springer, Dordrecht.
Frankl, V. (2015). El hombre en busca de sentido. Herder Editorial.
Seligman, M. E. (1998). Building human strength: Psychology’s forgotten mission.